22.4.05

Ruidos

No pensar, para poder sentir. Escuchar en el silencio a la voz de nuestra indiferencia. Sucumbir ante el olvido y el descanso eterno. Invertir los roles del tiempo en el destiempo. Asustar a los fantasmas, matar al inmortal recuerdo que olvidamos una y mil veces. Eterna la eternidad, eternizando al olvido. Una separación que nos une. Vos querías la liberación, y yo quería ser liberado. No hay dolor, sino hay quien se sienta dolido. Y en cada lágrima que se secó, nace una sonrisa que perpetra el adios.
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